Un cluster es una agrupación de empresas e instituciones relacionadas entre sí, pertenecientes a un mismo sector o segmento de mercado, que se encuentran próximas geográficamente y que colaboran para ser más competitivos¨ (M. Porter)
Se puede definir como una concentración de empresas presentes en un sector o actividad productiva y en un espacio geográfico definido de tal forma que, actuando de manera conjunta y potenciando las relaciones e interconexiones más allá de las estrictamente contractuales, logran mejoras de competitividad individuales.
Según esto, podemos entender los clusters como herramienta de cooperación empresarial que puede mejorar significativamente la competitividad de las empresas, permitiéndolas incrementar sus niveles de productividad, su capacidad innovadora y el acceso a mercados más amplios. Por la propia mecánica de la economía, estas mejoras revierten positivamente a través de un incremento en el empleo, el crecimiento económico y el atractivo de las regiones.
Desde la Dirección General de Empresa y Competitividad, entendemos la cooperación como modelo de estrategia empresarial adecuada para resolver la problemática vinculada al factor dimensión de las pequeñas y medianas empresas. Mediante la cooperación empresarial pequeñas empresas podrán acceder a nuevos mercados, acudir a proyectos de mayor dimensión, diversificar su oferta, atender a clientes más exigentes, mejorar su nivel de conocimiento e innovación, establecer nuevas alianzas para reducir costes, compartir espacios, acceder a proyectos de I+D+i, compartir personal cualificado, etc.