No hablamos de futuro, sino de un presente que nos envuelve y que nos superará si antes no nos adaptamos a él.
Los robots en las granjas, los sensores en cada planta, la vigilancia remota, el uso de drones y de satélites o el manejo de miles de fuentes de datos, solo son la punta de lanza de esta revolución, los pilares sobre los que se están construyendo innovadoras propuestas de valor y nuevos modelos de negocio. Ha llegado la agricultura inteligente.
Y su llegada exige a las empresas ser ágiles. Esta agilidad la dan la tecnología, el análisis de los datos y la formación. A cambio, no solo se asegura la supervivencia, sino que también prepararán a las empresas para detectar y acoger las oportunidades que constantemente afloran en el mercado, que son, la mayoría de las veces, propuestas por los propios clientes.
En el ámbito de cuarta revolución industrial, la empresa agroalimentaria 4.0 es la que flexibiliza la producción, mejora la calidad del producto y acelera los tiempos de respuesta al mercado mediante la digitalización de los procesos productivos y empresariales. O sea, automatizando, haciendo uso de la tecnología y los datos y sirviéndose de la inteligencia artificial para anticiparse a las necesidades del cliente, como, por ejemplo:
Los mercados están cambiando y no van a parar de hacerlo. La única forma de trabajar con ellos es convirtiéndose en esas empresas ágiles que sean capaces de deslizarse sobre la corriente del cambio. De lo contrario, se verán arrolladas. Hay que surfear el cambio como si se tratara de una ola.
Si quieres convertir tu empresa en una organización ágil y adaptada a la cuarta revolución industrial, desde Conectapyme 4.0 impulsamos la transformación digital de tu negocio.